La revolución digital es ya una realidad, necesaria para mejorar en competitividad y ventas en un mundo cada vez más globalizado.

Se trata de un mundo nuevo, en el que muchos modelos de negocio están aún por definir, pero indispensable e inevitable. Se calcula que las tecnologías de la  información y comunicación (TIC) son responsables de más del 40% del crecimiento anual de productividad en la UE, y casi el 25% del crecimiento del PIB.

Llevar a cabo procesos de digitalización o, como mínimo, estudiar el modo de sacar partido de los nuevos canales de información, es una tarea urgente. Internet acelera el ritmo de transformación de las economías, favoreciendo a las empresas más ágiles y condenando a las más lentas.

Fuente: Expansión - 16/05/2013