Con el depósito de las cuentas anuales en el Registro mercantil, que se debe realizar dentro del mes siguiente a su aprobación por la junta general, se da publicidad a los documentos que integran las cuentas anuales y cualquier persona o entidad podrán obtener dichas cuentas (art. 281 LSC.).

Las entidades financieras, además de la información que solicitan a las empresas (modelos de impuestos, balances de situación, cuentas de resultados, justificantes de estar al corriente con Hacienda y Seguridad Social, Pool bancario actualizado, etc.) para realizar sus análisis de riesgos, contrastan la integridad de esta información con la que obtienen de las cuentas anuales de la empresa depositadas en el Registro Mercantil y mediante la consulta de la CIRBE donde obtienen información de los riesgos directos de la empresa (préstamos, créditos, leasing, etc.) e indirectos (avales a terceros).

Con toda la información que van recibiendo, las entidades financieras elaboran el scoring para determinar el riesgo de insolvencia antes de conceder un préstamo.

Por lo tanto, antes de presentar las cuentas anuales, es conveniente que las empresas analicen sus estados financieros, utilizando determinados ratios, para saber cómo van a salir en la foto de entidades financieras y proveedores, consiguiendo de esta manera algo de margen para anticiparse a posibles restricciones de crédito, en el caso de que la evolución de la empresa sea negativa.

En cualquier caso, también conviene tener en cuenta, que por sí solo, el resultado de determinados ratios nos puede inducir a error en nuestros análisis, siendo fundamental tener en cuenta el tipo de negocio, la estacionalidad y el sector al que permanezca la empresa.

¿Qué son los ratios financieros o contables?

Los ratios financieros o contables son coeficientes que aportan unidades financieras de medida y comparación. A través de ellos, se establece la relación que presentan dos datos financieros y es posible analizar el estado de una organización en base a sus niveles óptimos.
Los ratios se pueden dividir en económicos y financieros y con ellos se pueden comparar las fortalezas y debilidades de las empresas y ver su evolución en el tiempo.

Principales ratios para analizar las cuentas anuales de una empresa

Ratio de liquidez

Es similar al fondo de maniobra ya que mide la capacidad de la empresa para hacer frente a sus compromisos a corto plazo.

FM=Activo corriente / Pasivo corriente

Su resultado debería de ser mayor que uno, ya que hay una parte del activo corriente (como el stock de seguridad o el saldo mínimo necesario de disponible) que, por su importancia en el proceso productivo, debe ser financiada con capitales permanentes. En cualquier caso, su análisis por sí solo puede inducir a error debido a que puede haber empresas solventes con un ratio menor que uno.

Ratio de tesorería o coeficiente de liquidez inmediata (RT)

Mide las posibilidades de hacer frente a las obligaciones de pago a corto plazo, siendo su valor óptimo entre 0,1 y 0,3. Por encima de 0,3 se puede producir un exceso de liquidez de la empresa, que puede afectar a su rentabilidad. Se calcula mediante la siguiente operación:

RT= Activo disponible (tesorería e inversiones financieras temporales) + Realizable / Pasivo corriente

Ratio de autonomía financiera (RAF)

Relaciona los recursos propios netos con las deudas totales, e informa sobre la composición estructural de las fuentes de financiación. La ratio mide la autonomía o independencia financiera e intenta conocer cuál es el nivel óptimo de endeudamiento de una empresa. Esta es su fórmula:

RAF = Recursos propios netos / Recursos ajenos

Periodo medio de cobro

Mide el número de días que, por término medio, se tarda en cobrar a los clientes. Desde el punto de vista del ciclo de explotación, nos aportará información sobre el número de días que transcurren desde que vendemos un producto hasta que se produce el cobro. También lo podemos interpretar como el número de días que estamos financiando a nuestros clientes.

La manera de calcular este ratio es la siguiente:

Plazo medio de cobro = (Saldo medio de clientes / Ventas) x 365 días

Si el sector en el que se aplica este ratio es muy estacional, debería calcularse por períodos, al objeto de obtener una información lo más objetiva posible.

Cuanto más elevado sea el valor de este ratio, significará que la empresa tiene un mayor volumen de recursos indisponibles.

Periodo medio de pago

Mide el número de días que se tarda en pagar a los proveedores, y es en consecuencia la relación entre el saldo medio de las cuentas a pagar y las compras diarias.

Se calcula mediante la siguiente formula:

Periodo medio de pago= (Saldo medio de proveedores / Compras) x 365 días

Cuanto más elevado sea el valor de esta ratio, más se demora el pago a los proveedores, lo que revela que la compañía se está financiando con ellos.

Rentabilidad económica

Mide la capacidad del activo de generar beneficio, independientemente de cuál sea la composición de la estructura financiera de la empresa. También se puede definir como la rentabilidad del activo, o el beneficio que éstos han generado por cada euro invertido en la empresa. Se obtiene de la siguiente fórmula:

RAI = Resultado Antes de Intereses e impuestos / Activo Total

Rentabilidad financiera

Mide la capacidad de la empresa para remunerar a sus accionistas. Representa el coste de oportunidad de los fondos que se mantienen en la empresa, frente al coste del dinero o inversiones alternativas. Relaciona el beneficio económico con los recursos necesarios para obtener ese lucro. El ratio para calcularlo es:

ROE = Beneficio neto después de impuestos / Fondos propios

Realizando un análisis de los ratios clave de la empresa y su evolución con respecto a otros ejercicios, se puede anticipar la imagen que las entidades financieras y proveedores tendrán de nuestra organización cuando tengan las cuentas anuales de nuestra empresa.

En cualquier caso, las cuentas anuales que se presenten para su depósito en el Registro Mercantil tienen que ser fiables y coherentes, ya que si presentan con errores e incoherencias se pondrá en entredicho la información facilitada.

La contabilidad de una empresa es una herramienta indispensable para el control de cualquier negocio. Además, las cuentas anuales de las empresas son analizadas, tanto por entidades financieras, como por sus proveedores, para la concesión de financiación.

Fuente: CEF Contabilidad

Autor: José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga