A veces, el que te convoquen a una reunión puede ser una sorpresa desagradable. Puede ocurrir que no te sientas preparado para abordar un tema, o no sepas qué decir, o simplemente no quieras estar en esa reunión, pero plantéatelo de otra manera, piensa en esta convocatoria como una oportunidad para demostrar tus conocimientos y tu experiencia.

Antes de tu próxima reunión, revisa la agenda y escribe algunas notas sobre las preguntas que tengas y los puntos que puedas plantear en la reunión. A la hora de hablar, hazlo lentamente y con confianza, intenta decir algo útil y productivo y argumenta bien haciendo alusión al contexto y a la razón o razones de tu propuesta, para que tus compañeros de trabajo y tus jefes entiendan bien lo que quieres decir y proponer.
Si alguien te pregunta durante la reunión, responde con confianza y termina tu respuesta diciendo: " ¿he respondido a tu pregunta?". Esto es algo que hacemos poco pero es un acto muy educado y que edifica mucho en las relaciones con los compañeros de trabajo.
Ten en cuenta que si alguien te hace una pregunta que te toma por sorpresa y no tienes una opinión fundamentada o no sabes a lo que hace referencia, no has de tener miedo en decir que no sabes la respuesta. Aquí te dejamos algunas respuestas sencillas para estos momentos: "Disculpa, no tengo esa información en este momento, pero dame unos minutos”; “Ahora mismo, desconozco el tema, te doy una respuesta en cuanto lo revise".

Fuente: AECA / Harvard Business Review