No es el miedo el motor de la evolución, sino, en todo caso, ser conscientes de él y, a pesar de él, tomar un camino decidido.

 

"No debo tener miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total".
Frank Herbert, Dune

Los seres humanos no somos amigos de cambios. Provocan miedo. Y, sin embargo, es en tiempos de temor y agitación cuando suceden las grandes innovaciones. Los tiempos de calma y bienestar no suelen ser buenos amigos de los avances.

“¿Tiene que llegar una situación catastrófica para que […] emerjan las potencialidades de la sociedad digital para crear un nuevo modelo de vida?“, se pregunta el catedrático Antonio Rodríguez de las Heras. Él cree que "no necesariamente", aunque la realidad parece ser terca a veces.

Actualmente corre el miedo por nuestra sociedad. El coronavirus ha acaparado todas las conversaciones. Pero, a la vez, está empujando a una sociedad malacostumbrada a palabros como blockchain o big data. Es el miedo a un contagio masivo el que, por ejemplo, ha dado el impulso que se requería al hasta ahora latente teletrabajo. Y el que puede acelerar tecnologías como la cadena de bloques.

O mejor, olviden todo lo anterior. En realidad, no es el miedo el motor de la evolución, sino, en todo caso, ser conscientes de él y, a pesar suyo, tomar un camino decidido. Está en nuestra mano evitar que el miedo se convierta en la pequeña muerte y que, en cambio, sirva para lograr una sociedad mejor. Y esto vale tanto para usted como para la sociedad en la que vivimos. Y tanto si media la tecnología como si no.

Fuente: retina.elpais.com

Autor: Guillermo vega