Son estadísticas elaboradas por organismos distintos, con diferente periodicidad y criterios. Por ejemplo, un estudiante que busca trabajo, pero no está inscrito en una oficina de empleo, sería parado para la EPA, pero no en el paro registrado

Los parados son todas aquellas personas que no tienen empleo asalariado o empleo independiente, están actualmente buscando empleo de forma activa y están disponibles para trabajar, según la Organización Internacional el Trabajo (OIT). En España, contamos con dos métodos para medir el número de parados: la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el paro registrado que recoge el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Lo que suele desconcertar de estos datos es su disparidad.

Según la EPA del segundo trimestre, el número de parados creció en 55.000 personas respecto al primer trimestre del año, alcanzando un total de 3,37 millones de parados. No obstante, el número de trabajos destruidos ascendió a 1,07 millones. Esta brecha entre empleos destruidos y nuevos parados se debe a que el confinamiento y el cierre de empresas ha impedido la búsqueda de trabajo y, por lo tanto, la mayoría de estas personas ha acabado en la categoría de inactivos en lugar de parados, según su criterio de medición. Mientras, los datos del paro registrado arrojados durante los meses equivalentes al segundo trimestre del año (abril, mayo y junio) sitúan la cifra de parados entre 3,83 y 3,86 millones. Además, también están disponibles los datos de julio, en los que el paro registrado disminuye hasta los 3,77 millones.

¿Qué es la EPA?

La Encuesta de Población Activa (EPA), como su propio nombre indica, es una encuesta que obtiene los datos a partir de entrevistas. Según recoge el INE, “es una investigación continua y de periodicidad trimestral dirigida a las familias que viene realizándose desde 1964. Su finalidad principal es obtener datos de la población en relación con el mercado de trabajo: ocupados, activos, parados e inactivos”. La EPA se realiza sobre una muestra de 65.000 familias al trimestre o, lo que es lo mismo, unas 200.000 personas. La primera encuesta que se realiza a cada familia se hace de forma personal por entrevistadores fijos del INE. Las sucesivas encuestas se pueden realizar por teléfono o de forma personal, añade el INE en su página web.

¿Qué es el paro registrado?

El paro registrado es un cálculo administrativo constituido por el total de personas dadas de alta como demandantes de empleo en el SEPE en el último día de cada mes, excluyendo a las que ya cuenten con un empleo, beneficiarios de alguna prestación por desempleo, estudiantes, así como demandantes sin disponibilidad inmediata, que solicitan un empleo para un periodo inferior a 3 meses o con jornada inferior a 20 horas semanales, entre otros. Los datos de paro se publican el segundo día hábil de cada mes, por lo que se actualizan mensualmente en lugar de trimestralmente como ocurre con la EPA. Además del número de parados, recoge la afiliación a la Seguridad Social, el número de empleos creados (nuevos cotizantes) y también el número de personas incluidas en ERTE, un dato de vital importancia durante la crisis económica provocada por el coronavirus.

Diferencias y por qué no coinciden sus datos

La EPA se basa en entrevistas de las que pueden llegar a obtenerse respuestas subjetivas, mientras que el paro registrado se basa en la recolección de datos objetivos (demandantes de empleo). Por otro lado, la EPA la elabora el INE trimestralmente y el paro registrado es publicado mensualmente por el SEPE.

Ambos métodos de medir la evolución de la cifra de parados son válidos, pero el principal motivo por el que los datos no suelen coincidir se debe al criterio para considerar parada o no parada a una persona. La EPA, por ejemplo, incluye dentro de la categoría de parados a aquellas personas que hayan estado en contacto con una oficina de empleo, pero no es un requisito necesario. También son parados aquellos que simplemente hayan buscando trabajo por locales, hayan estudiado ofertas, hayan realizado gestiones para obtener permisos, licencias o recursos financieros o hayan encontrado un trabajo y están a la espera de incorporarse a él. Sin embargo, en el caso el paro registrado, todos los parados que conforman la cifra total deben estar dados de alta como demandantes de empleo en el SEPE.

El Consejo General de Economistas recoge el siguiente ejemplo: un estudiante que busca trabajo, pero no está inscrito en una oficina de empleo, sería parado para la EPA, pero no en el paro registrado. Sin embargo, un prejubilado que está inscrito en una oficina de empleo por obligación, no es parado para la EPA, pero sí en el paro registrado.

Fuente: La razon.es

Autor: Inma Bermejo