La denominación social es el nombre que identifica a una persona jurídica en el tráfico mercantil como sujeto de relaciones y, por tanto, susceptible de derechos y obligaciones.
El nombre de tu empresa debe constar obligatoriamente en los estatutos sociales. De hecho, omitir este dato, además de impedir la inscripción de la escritura de constitución en el Registro Mercantil, determinaría la nulidad de la sociedad.