• Se incrementarán los tramos del IRPF de clases altas
  • Se creará un tipo mínimo en Sociedades para elevar la recaudación
  • Saldrán adelante las tasas Tobin y Google

Finalmente, el PSOE  ha ganado las elecciones. Con la mayoría simple amarrada y la mayoría absoluta a solo un escaño (sus diputados, junto con sus posibles apoyos), parece factible que el Gobierno, ahora temporalmente en funciones, vaya a poder poner en marcha su anunciada reforma tributaria, que incluye numerosas subidas de impuestos, la creación de nuevas figuras fiscales y medidas contra el fraude fiscal.

Este conjunto de iniciativas ya fue dibujado por el presidente del Gobierno en el proyecto de Presupuestos que presentó hace unos meses, pero que se quedó en la cuneta del proceso legislativo por las enmiendas a la totalidad presentadas por Partido Popular, Ciudadanos y los partidos independentistas. Y en él, se ataca especialmente el bolsillo de las rentas altas y las arcas de las grandes empresas.

Por un lado, se activará un incremento del IRPF de dos puntos para las rentas superiores a los 130.000 euros, y de cuatro para los que ganen más de 300.000. Además, el tipo de rentas del capital subirá al 27% en las que estén por encima de los 140.000 euros. Además, se plantea un incremento de un punto en el impuesto a los grandes patrimonios para las grandes fortunas de más de 10 millones de euros.

Igualmente hay que recordar que, aunque no esté en su programa electoral, el futuro Ejecutivo socialista no destierra sus planes de equiparar fiscalmente el gasóleo  con la gasolina, una medida que permitiría una subida de los ingresos anuales de 670 millones. De hecho, la idea es que la fiscalidad de los carburantes en España se acerque poco a poco a la media europea, una estrategia que sí va a afectar a los bolsillos de las clases medias española. 

El Impuesto de Sociedades, una clave de bóveda

El nuevo Gobierno pretende sacar más rendimiento tributario a las empresas españolas y para ello se va a emplear, a fondo, el Impuesto sobre Sociedades. Desde el PSOE recuerdan que este tributo recauda hoy mucho menos que en el pasado: en 2007, suponía 23 de cada 100 euros de la recaudación total, mientras que en 2017 solo logró 12 euros de cada 100. 

Para recuperar terreno, los socialistas apuestan por crear un tipo mínimo para grandes empresas del 15%, y del 18% en el caso de entidades financieras y compañías de hidrocarburos. A esto hay que sumar que, con toda probabilidad, Moncloa contará con suficientes apoyos para sacar adelante la creación del impuesto a las transacciones financieras y del tributo a las operaciones digitales, es decir, las tasas Tobin y Google. Y es que ambas están incluidas en los programas electorales de ERC, que contará con 15 diputados en la Cámara Baja y permitiría completar una eventual mayoría absoluta. 

Además, el Gobierno reevaluará la eficiencia y efectividad de las deducciones con las que cuentan las empresas, a día de hoy, para incentivar su actividad, sobre todo en el campo de la innovación. 

En el aire flota también el impuesto a la banca. A pesar de que el Gobierno lo había descartado, lo cierto es que se trata de una de las principales reclamaciones de Unidas Podemos. Queda conocer si se encontrará entre sus exigencias para prestar su apoyo a un futuro Gobierno socialista. Además, cabe recordar que portavoces del PSOE han reconocido en las últimas semanas la intención de poner en marcha un nuevo tributo que sirva para financiar el sistema público de pensiones.

También habrá reducciones de algunos impuestos para casos concretos

Sin embargo, no todo va a ser subidas fiscales, aunque son más numerosas y llamativas. También habrá reducciones de algunos impuestos para casos concretos, como dos puntos menos de Sociedades – que pasará del 25 al 23 por ciento – en pequeñas y medianas empresas (pymes). 

Además, si se mantienen los planes incluidos en el proyecto de Presupuestos de hace unos meses, se reducirá el IVA del libro electrónico, el de servicios veterinarios y el de productos de higiene femenina.