La Memoria de Sostenibilidad se convierte en una de las herramientas más efectivas para comunicar la apuesta por el desarrollo responsable y sostenible de una organización; en términos económicos, sociales y ambientales (triple reporte).
Decir que el cliente es cada vez más exigente, es algo tan sabido y tan manifiesto, que ya es un tópico en sí mismo. Pero el verdadero reto reside en identificar donde pone el foco el cliente; esto es, en conocer qué aspectos son los que más valora.

En este contexto, debemos prestar especial atención al papel que juega la Responsabilidad Social Corporativa en las empresas y demás organizaciones. ¿Por qué? Porqué la Responsabilidad Social Corporativa, no sólo hay que comunicarla, sino que hay que gestionarla. ¿Cómo? Considerándola una herramienta estratégica más, de manera que permita a la organización no solamente conocer los impactos (tanto positivos como negativos) generados por su actividad, sino que le posibilite mejorar la gestión de estos impactos a través de la mejora de sus propios procesos, en un marco de mejora continua.

Por lo tanto, resulta de gran importancia que las organizaciones conozcan qué posibilidades tienen a la hora comunicar a la sociedad y a los diferentes grupos de interés, como contribuyen al desarrollo ético y sostenible. No se trata de un trabajo sin importancia sino que requiere de una planificación y estrategia reflexionada.

Entre los recursos y herramientas al alcance de las organizaciones a la hora de comunicar su contribución en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa, se encuentran entre otras; las declaraciones ambientales, determinadas certificaciones, ecoetiquetas, participación en eventos especializados, adhesión a normas, la Adhesión al Pacto Mundial por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible o la elaboración de Memorias de Sostenibilidad.

Debe destacarse especialmente el concepto de memoria de sostenibilidad, que se ha convertido en un documento de gestión común de las empresas de todo el mundo, siendo importante poder acceder a esos informes para conocer la evolución de las organizaciones en materia de responsabilidad corporativa

Asimismo, tras la publicación el pasado 29 de diciembre de 2018 de la Ley 11/2018 en materia de información no financiera y diversidad (procedente del Real Decreto-ley 18/2017 de 24 de noviembre, y la Directiva Europea 95/2014/UE), las sociedades de capital y sociedades que formulen cuentas consolidadas con un número medio de trabajadores empleados superior a 500, tienen la obligación de publicar información no financiera, información necesaria para comprender la evolución, los resultados, la situación de la sociedad (o grupo de sociedades) y el impacto de su actividad respecto a cuestiones medioambientales y sociales, al respeto de los derechos humanos y a la lucha contra la corrupción y el soborno, así como relativas al personal. Estos límites cuantitativos se reducirán a la mitad a partir de 2022 y se prevé que esta tendencia a reducir los límites continuará en el futuro.

Los informes de sostenibilidad permiten a las empresas, no solamente rendir cuentas ante sus grupos de interés e identificar los impactos generados para  poder gestionarlos, sino que además, son una herramienta clave de la que las empresas pueden hacer uso a la hora de tomar decisiones estratégicas en materia de responsabilidad social y medioambiental.

Global Reporting Initiative, 2019

El modelo más aceptado a escala internacional para elaborar las Memorias de Sostenibilidad es el propuesto por Global Reporting Initiative (GRI), institución independiente que creó el primer estándar mundial para la elaboración de memorias de sostenibilidad. Desde que en el año 2000 GRI presentase la primera Guía para la elaboración de este tipo de memorias, en 2016 dio el salto a los Estándares GRI, incluyendo así nuevas directrices para la elaboración de memorias de sostenibilidad y definiendo un nuevo marco de referencia (dejando así fuera de funcionamiento la Guía G4, a partir del 1 de julio de 2018).

Los Estándares GRI representan las mejores prácticas a nivel global para informar públicamente los impactos económicos, ambientales y sociales de una organización. La elaboración de informes de sostenibilidad a partir de estos Estándares proporciona información acerca de las contribuciones positivas y negativas de las organizaciones al desarrollo sostenible (Global Reporting Initiative, 2019).

Los Estándares GRI –modulares e interrelacionados– están diseñados principalmente para ser usados en conjunto a la hora de elaborar informes de sostenibilidad centrados en temas materiales. Los tres Estándares Universales son aplicables a cualquier organización que prepare un informe de sostenibilidad. Además, las organizaciones seleccionan de entre los Estándares temáticos para informar acerca de sus temas materiales, ya sean temas económicos, ambientales o sociales (Global Reporting Initiative, 2019).

Fuente: tulankide.com