Los contratos de confidencialidad de los empleados clave, como los del área financiera, tienen como objetivo evitar las filtraciones de datos y facilitar las reclamaciones judiciales cuando fallan los controles.

Una sentencia del Tribunal Superior de Galicia del pasado 23 de noviembre da por bueno el despido de un trabajador por reenviarse a dos direcciones personales de email y con copia oculta un total de 196 correos electrónicos con información confidencial de la empresa.

Fuente: Expansión - 05/02/13