No es secreto que durante la última década,las empresas han enfrentando retos para atraer y retener el mejor talento posible.
En términos simples, es porque, a diferencia que nuestros padres, nuestra generación no sólo busca un buen cheque y reconocimiento. Nuestro grupo de edad se encuentra sediento de poder tener un propósito de vida y ser congruente a nivel personal y personal.
El enfrentar esta crisis de talento ha provocado una oleada muy positiva de empresas que quieren definir su propósito más allá de hacer dinero. Esto no siempre es fácil. A veces porque se trata de una organización vieja (con más de 30 años) y se hereda una pobre cultura organizacional. Sobre todo, es difícil cuando hay tanta cacofonía entorno a los términos disponibles. Para ayudarte en este proceso, veamos de que va cada uno de estos conceptos.