La digitalización de las empresas ha dejado de ser una opción para convertirse en una estrategia de supervivencia en un mercado cada vez más competitivo tanto para grandes compañías, como para las pymes.
Se prevé que el 25% de la economía global será digital en 2020. Un estudio elaborado por la Comisión Europea asegura que las pequeñas empresas que se han transformado digitalmente han visto como su producción crecía un 10% de media.









