Si no utilizas una marca registrada dirás adiós a su protección legal y con ello, al valor de uno de los activos más preciados de tu negocio.
La ley otorga al titular de una marca el derecho al disfrute exclusivo, pero también le impone la obligación de usarla “de manera efectiva” a partir de su concesión ya que, si en el plazo de cincos años contados desde la fecha de registro, el titular no hace un uso efectivo, un tercero puede pedir su caducidad, salvo que exista una causa justificativa, como, por ejemplo, restricciones a la importación u otros requisitos oficiales impuestos.