Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la facturación del e-commerce español superó en 2018 los 40 millones de euros, una cifra inédita que prueba el auge de las compras online. Y es que en la era de la aldea global los hábitos de consumo han adquirido trazas universales y salir a comprar hoy requiere un pasaporte sin limitaciones y máxima velocidad de navegación en la red. No es que las tiendas de barrio de toda la vida hayan dejado de existir, pero sí han cambiado su alcance. Hoy el barrio es único y planetario, y a él se accede por una secuencia de letras que comienza invariablemente por tres uves dobles.
Sin embargo, esa inmensa oportunidad que supone el comercio electrónico está lejos de alcanzar su máximo potencial. Todavía existen numerosas empresas que incurren en graves errores que lastran su acceso al mercado online. Y lo más grave es que muchas de ellas ni siquiera son conscientes de ello. Estos son los principales: