Las grandes diferencias en el Impuesto de Sucesiones de unas comunidades a otras llevan a los españoles a mentir sobre cuál es su residencia habitual.
Los departamentos de Hacienda autonómicos han intensificado los controles para pillar a los que, haciendo gala de la picaresca, compran una vivienda en otra comunidad autónoma en sus últimos años de vida y fingen que allí se encuentra su residencia habitual (cuando en realidad no se han mudado) con el propósito de que sus herederos ahorren en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD), que varía considerablemente de una región a otra.